viernes, 17 de octubre de 2008

Posturas



Son tantas las posturas que se pueden adoptar para las relaciones sexuales, que es casi imposible hablar de todas ellas. Yo creo que nadie se pasa la vida probando nuevas posturas, sino que vamos practicando las que más nos gustan, y las vamos modificando para ajustarlas a nuestros gustos y necesidades. Que eso es lo importante.

El KamaSutra reune una gran variedad, y también hay que decir que los nombres pueden variar según la edición que sea, pero cada vez es más la gente que le apetece innovar y experimentar nuevas formas de mantener sus relaciones sexuales, fuera de los lugares habituales y las posturas de siempre.

¿ Eres de los que te gusta experimentar nuevas formas de disfrutar? O por el contrario te has estancado con el “misionero”? Creo que en cuestión de sexo hay que innovar y descubrir que es lo que más te excita.

Os invito a que veais alguna de esas posturas y si me dejo alguna interesante por comentar, no dudeis en compartirla con toda clase de detalles.

Una de las preferidas tanto por hombres como mujeres es la postura del perrito o también llamada “ofrenda”.

La mujer se coloca a 4 patas y el hombre la penetra por detrás. Es una buena postura para los dos, si la mujer necesita estimulación clitoriana no hay problema de accesibilidad.

Otra postura muy interesante y morbosa, es “el sometido”.

El hombre está acostado y la mujer se arrodilla sobre él, dándole la espalda. De esta manera la mujer es la que impone el ritmo y es la dueña de la situación.

Los movimientos de las caderas no sólo marcarán el ritmo del coito, son además la fuente del placer del hombre.

Ella se puede mover arriba y abajo, delante y atrás o incluso haciendo círculos.

El “tornillo” es una postura que se dice que provoca mucho placer. Consiste en que ella se acuesta de espaldas y gira ambas piernas juntas hacia uno de los lados, él se arrodilla frente a ella y la penetra.

Como los músculos de la vagina quedan prietos hace que las sensaciones sean más placenteras. Nada más recomendable para una mujer con dificultades para llegar al orgasmo que las posturas que presionan el clítoris mientras la vagina es penetrada. En "El tornillo" esto se cumple a rajatabla. Ella se acuesta en el borde de la cama y tiende sus piernas flexionadas a un costado de su cuerpo (cada mujer sabrá cuál cuál de los dos lados le resulta más confortable). Esto permite mantener el clítoris atrapado entre sus mejores aliados para llegar al preciado orgasmo: los labios vaginales. La mujer puede contraer y relajar toda la zona, mientras él la penetra arrodillado frente a ella y tocando sus pechos. Un manjar

Si quieres salir de las practicas corrientes en camas o sofás, esta seguro te gustará, “la doma”. El se sienta en una silla con las piernas abiertas e invita a que ella haga lo mismo encima de el y de frente. El morbo de la situación se da en la posición pasiva de él y la activa de ella, la cual impone el ritmo en su cabalgata. El cara a cara permite el poder darse besos y abrazos durante la práctica.

Como veis en el tema de las posturas sexuales se puede innovar de mil maneras diferentes.

A disfrutarlas

!

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Libros y peliculas nos muestra posturas que son imposibles para quien no sea un gimnasta, así que no queda más que ir adptando.La del tornillo mola

Anónimo dijo...

Un consello por si coñecedes a alguén que precise ou faga uso da viagra, un sustituto natural e mais baratiño: a sandía, pero a parte blanca, a que está entre a corteza e a pulpa, e un afrodisiaco natural e moi efectivo, e sei do que falo

Anónimo dijo...

Pois a min a do sometido non me vai,eu quero mandar, e eso de ter a parienta de espaldas e non poder tocar teta non me vai.A do tornillo non está mal

Anónimo dijo...

Nada como las que te dominan, en las que te rindes al minuto 3.

Anónimo dijo...

pois que queres que che diga, pero eu para 3 minutos non abro as pernas! (dios que bastada)

Anónimo dijo...

Non se trata de que te rindas de cansancio senón que te deixas levar e facer, que te rindes os desexosda parella.

E tes razón 3 minutos non chegan nin para decir: nena estou que revento.

Anónimo dijo...

El semen tiene un sabor alcalino, como la tiza, y un olor que algunos asemejan al de la tierra mojada o al de lejía disuelta. Parece que la intensidad del sabor depende del tipo de nutrición del hombre. Suele ser más suave y “dulce” cuanta más frutas y hortalizas se consuman, sobre todo tomates.

Anónimo dijo...

Felación


Después que la boca y los dedos de Ignacio me recorrieron hasta provocarme un orgasmo, mi cuerpo completo se quedó deseando más. Sus caricias operaron el milagro de hacerme olvidar el resto del mundo. Sólo deseaba seguir, pero no sola, sino con él.


Quería absorberlo, hacerlo mío de pies a cabeza sin que se escapara una molécula de su cuerpo, asimilar su esencia y su olor. Ansiaba transportarlo conmigo a la meseta donde lo único que una anhela es placer.

- Golosa- me dijo con una sonrisa que venía más de sus entrañas que de su rostro, cuando al fin me dejó escabullirme de sus manos, y yo ubiqué con suavidad mi cuerpo sobre el suyo para lamer la comisura de sus labios, y ofrecerle luego un beso profundo y cálido que lo invitaba a seguir.


Por eso, aunque lo intentó, yo no le permití introducir su pene en mi vagina. Era mi turno de dejarlo en las nubes, así que hice gala de mi espíritu travieso y mi lengua inició un húmedo coqueteo, que partió con un intenso reconocimiento de las cavidades de su oreja, hizo un extenso alto en sus tetillas, y siguió con suavidad hasta su entrepierna.


Él estaba de costado, y yo también, sólo que a esas alturas me había dado vueltas y mis piernas estrechaban su pelvis para que su vista se deleitara con mi intimidad. Entonces me deslicé un poco para frotar su miembro con mis pechos, y después volví a subir unos centímetros para que mi lengua recorriera con calidez la parte interior de sus muslos.


Sus manos se enredaron en mi cabello, y mientras lo jalaba con los nervios propios de quien pide sin palabras, deslicé hacía atrás la piel de su pene con mi mano derecha, y entorné mi boca hasta que adquirió la forma de un círculo.


Con cuidado, puse mis labios en la punta de su miembro y mi cabeza comenzó a trazar en su entorno diminutas letras ‘O’, hasta que logré que se ajustarán a su diámetro y lo recorrí de un lado a otro, mientras sus manos estrechaban mis nalgas.


Y volví a la carga para besar la punta de su pene, regalándole unos giros rápidos, que antecedieron al instante en que su glande estuvo completamente en mi boca. Presioné su tronco con fuerza y luego de soltarlo por unos segundos lo succioné por completo, alternado el rítmico movimiento de arriba hacia abajo con el aleteo de mi lengua, que siempre acababa la jugada en la punta, con golpeteos sobre esa, su zona más sensible.


A esas alturas él había perdido el control. Sus dedos se regocijaban con mi clítoris y yo lo deseaba cada vez más. Una verdadera corriente eléctrica nos unía cuando sus manos grandes me estrujaban con fuerza y yo lo tenía entero adentro, en una frenética búsqueda de su placer.


Pero iba a terminar y yo no quería, así que éste tampoco fue el final.



ADVERTENCIA: ESTO ES FICCIÓN. GOLOSA NO EXISTE. JJIJIII.

Anónimo dijo...

Como quence o frio

Anónimo dijo...

Si golosa non existe haberia que inventala